A finales del siglo XIX los hermanos Ramón y Miguel Calabuig inician el comercio del vino transportándolo desde su pueblo, la Font de la Figuera a Valencia en tren, aprovechando el trabajo de ferroviario de Ramón, el menor de los hermanos.
Lo que comenzó como un negocio menor, fue creciendo de tal manera que pasaron de comprar vino a sus vecinos para venderlo en Valencia a tener su propia bodega de elaboración y vender su vino por todo el territorio español.

El negocio siguió en expansión y en 1952, la familia decide abrir una sucursal para venta en Puerto de Sagunto, localidad que en aquellos momentos estaba en pleno desarrollo debido a su floreciente actividad industrial. Los hermanos Ferri Calabuig, nietos de Ramón,serán los responsables de la bodega del Puerto. Actualmente la quinta generación de bodegueros continúa con el negocio familiar.